martes, 5 de mayo de 2015

Duermo serena, limpia, podría
venir el horizonte y dibujarme
en las caderas un final de tarde.

Descansan los caballos, hay
pájaros en sus lomos blancos.

Cae la diferencia de la tierra
en un pozo negro y mañana
subirá en alguna otra cosa.

Descansan los caballos, hay
pájaros en sus lomos grises.

Puede venir tu dedo índice
a formar mi silueta, la tarde,

los caballos, puedo llamarlos.

viernes, 1 de mayo de 2015

Vino el otoño de las conjeturas,
o el amor necesario y obsesivo.

Todo valió menos que la piel,
todo vale menos que la piel.

Los libros que cubren las paredes, 
valen así porque hablan de la piel.

La piel larga, suave, balsámica

en el invierno de mis conjeturas.
 Gracias a la visita de una amiga, volví al francés. Me recuerdo de pequeña viendo una película sobre la inquisición, tremendamente atraída por el modo de hablar de los herejes. Sospecho que entonces no tenía demasiado claro que en el mundo hay tantas formas, métodos, signos, para nombrar lo mismo. Aparece en mi mente la voz de García Márquez prologando un disco de Pablo Milanés, habla de "derrotar con el poder sin límites de la música, el disparate biblico de la Torre de Babel".
En la búsqueda de pensar y sentir en cuatro idiomas, digo torpezas, cometo disparates, olvido sinónimos, y me vuelvo cada vez más poeta. Poner el peso del hipopótamo al sentarse en una sílaba, palabra o verso; me redondea el día, me manda a flotar -como bailando- a unos centímetros del suelo.
Curiosa por los orígenes de tan intenso movimiento, dispuse la maquinaria entera a desempolvar respuestas... Y descubrí temporalmente que la palabra es mi buen modo de estar sola, y que por eso la sostengo con igual celo que la almohadita de infancia. Cuando los otros, ella, él, y todo lo demás cruje, sube, explota, sugiere, interesa o acontece estoy a salvo, cubierta, rozagante. Pero cuando él, ella y todo lo demás se aleja o falta; me vuelvo enteramente frágil, abismal, oscura, pálida... 
Entonces leo, escribo, traduzco y se me pasa.

Se pregunta Théo, el hermano de Vincent en una de sus cartas, qué significa un cuerpo bello. Dice: "Esto los animales lo tienen también, tal vez más que los hombres, pero un alma como la que hay en los hombres... eso es lo que los animales no tienen. ¿Y la vida no nos ha sido dada para enriquecer nuestro corazón, incluso cuando sufre lo físico? 

Cartas a Théo.


Cada vez que llueve
me pienso desde que ocurrí
como si fuera cierto
que el agua trae.

martes, 23 de noviembre de 2010

Raro oficio gratuito Ir perdiendo el pelo
y los dientes
Las antiguas maneras de ser educado
Extraña complacencia
(El poeta no desea ser más
que los otros)
Ni riqueza ni fama ni tan sólo
poesía
Tal vez ésta sea la única forma
de no tener miedo
Instalarse en el miedo
como quien vive dentro de la lentitud
Fantasmas que todos poseemos
Simplemente
aguardando a alguien o algo sobre las ruinas

NO COMPONER POEMAS SINO ORACIONES

Escribir plegarias que musitarás
antes de escribir aquellos poemas
que creerás no haber escrito nunca

Roberto Bolaño
¨Lo que está claro no concuerda jamás con las palabras, que son como serpientes indomables que se enroscan y se enroscan y lo retuercen todo.¨

Olga Orozco en También la luz es un abismo

miércoles, 10 de noviembre de 2010

¨Cada vez que intento ¨analizar¨ un texto que me ha dado placer no es mi ¨subjetividad¨ la que reencuentro, es mi ¨individuo¨, el dato básico que separa mi cuerpo de los otros cuerpos y hace suyo su propio sufrimiento, su propio placer: es mi cuerpo de goce el que reencuentro. Y ese cuerpo de goce es también mi sujeto histórico, pues es al término de una combinatoria muy fina de elementos biográficos, históricos, sociológicos, neuróticos (educación, clase social, configuración infantil, etc.) que regulo el juego contradictorio del placer (cultural) y del goce (no cultural) y que me escribo como un sujeto actualmente mal ubicado, llegado demasiado tarde o demasiado temprano (este demasiado no designa una pena ni una falta ni una desgracia sino solamente convoca un lugar nulo): sujeto anacrónico, a la deriva.¨

Roland Barthes, El placer del texto.

lunes, 1 de noviembre de 2010

En este momento para alguien
el mundo es una sábana blanca perfumada
y no importa como es el mundo para vos o para mí.

lunes, 11 de octubre de 2010

viernes, 24 de septiembre de 2010

Más Felisberto Hernández


¨Explicación falsa de mis cuentos

Obligado o traicionado por mí mismo a decir cómo hago mis cuentos, recurriré a explicaciones exteriores a ellos.
No son completamente naturales, en el sentido de no intervenir la conciencia. Eso me sería antipático. No son dominados por una teoría de la conciencia. Esto me sería extremadamente antipático. Preferiría decir que esa intervención es misteriosa. Mis cuentos no tienen estructuras lógicas. A pesar de la vigilancia constante y rigurosa de la conciencia, ésta también me es desconocida. En un momento dado pienso que en un rincón de mí nacerá una planta. La empiezo a acechar creyendo que en ese rincón se ha producido algo raro, pero que podrá tener porvenir artístico. Sería feliz si esta idea no fracasara del todo. Sin embargo, debo esperar un tiempo ignorado: no sé cómo hacer germinar la planta, ni cómo favorecer, ni cuidar su crecimiento: sólo presiento o deseo que tenga hojas de poesía; o algo que se transforme en poesía si la miran ciertos ojos. Debo cuidar que no ocupe mucho espacio, que no pretenda ser bella o intensa, sino que sea la planta que ella misma esté destinada a ser, y ayudarla a que lo sea. Al mismo tiempo ella crecerá de acuerdo a un contemplador al que no hará mucho caso si él quiere sugerirle demasiadas intenciones o grandezas. Si es una planta dueña de sí misma tendrá una poesía natural, desconocida por ella misma. Ella debe ser como una persona que vivirá no sabe cuánto, con necesidades propias, con un orgullo discreto, un poco torpe y que parezca improvisado. Ella misma no conocerá sus leyes, aunque profundamente las tenga y la conciencia no las alcance. No sabrá el grado y la manera en que la conciencia intervendrá, pero en última instancia impondrá su voluntad. Y enseñará a la conciencia a ser desinteresada.
Lo más seguro de todo es que yo no sé cómo hago mis cuentos, porque cada uno de ellos tiene su vida extraña y propia. Pero también sé que viven peleando con la conciencia para evitar los extranjeros que ella les recomienda.¨

sábado, 11 de septiembre de 2010

Felisberto Hernández

Pedacito del cuento ¨Mi primera maestra¨

¨Cuando yo tenía seis años cruzaba, por las mañanas, una plaza inclinada —vivíamos en la falda de un cerro— y entraba a la escuela. La maestra era grandota; ponía, arrollados sobre el pupitre sus dedos gordos y nos permitía hacer ruido. Yo hacía emes minúsculas con vueltas redondas como los dedos de ella. Una tarde, sin que mi madre supiera, crucé la plaza, llamé con el pie a la puerta de la maestra y apareció por la ventana su cabeza grande, parecida a la de una vaca buena sin cuernos.
-¿Qué quieres?
-Vengo a hacerle una visita.
-Bueno… te quedás un ratito y enseguida te vas…
Cuando abrió un poco la puerta de la calle yo pasé cerca de su pollera gris. Ella, con su mano tomó la mía y me llevó al fondo. Debajo de un paraíso había una gallina echada; empezó a cloquear y por debajo de su cuerpo -de un gris parecido a la pollera de la señorita- se asomaban pollitos amarillos. Estarían tan calentitos como mis dedos entre la mano de la maestra. Después ella me acompañó hasta la puerta y yo le dije:
-De aquí a un ratito voy a venir a hacerle otra visita.
...¨

domingo, 15 de agosto de 2010

Elogio a mi hermana

Mi hermana no escribe poemas
y es improbable que de pronto comience a escribir poemas.
Le viene de su madre, que no escribía poemas,
y de su padre, que tampoco escribía poemas.
Bajo el techo de mi hermana me siento a salvo:
nada impulsaría al marido de mi hermana a escribir poemas.
Y aunque suene como un poema de Adam Macedonski,
ninguno de mis parientes se ocupa de escribir poemas.
En el escritorio de mi hermana no hay poemas viejos
ni nuevos en su bolso.
Y cuando mi hermana me invita a cenar,
sé que no tiene intenciones de leerme poemas.
Hace magníficas sopas sin esfuerzo,
y el café no se derrama sobre sus manuscritos.
En muchas familias nadie escribe poemas,
pero cuando lo hacen, rara vez es sólo una persona.
Algunas veces la poesía fluye en cascadas de generaciones
que ocasionan temibles corrientes en las relaciones familiares.
Mi hermana cultiva una prosa hablada decente,
pero toda su producción literaria está en tarjetas postales veraniegas
que prometen la misma cosa cada año:
que cuando vuelva me contará todo,
todo,
todo.

Wislawa Szymborska

miércoles, 4 de agosto de 2010

Fernando Pessoa


O poeta é um fingidor.
finge tão completamente
que chega a fingir que é dor
a dor que deveras sente.

Fernando Pessoa

Toda a poesia - e a canção é uma poesia ajudada - reflecte o que a alma não tem. Por isso a canção dos povos tristes é alegre e a canção dos povos alegres é triste.

Susanna Tamaro en Escucha mi Voz

¨-la pasión por los insectos del abuelo, el amor por el canto de la bisabuela, la atracción por los negocios del tatarabuelo, el alcoholismo del otro abuelo, la voluntad de arruinarlo todo de los primos, el instinto suicida de un par de tíos, la obsesión por el espiritismo de una tía abuela-, todo está encerrado en nuestro interior como en una bomba de relojería: no somos nosotros los que ajustamos el temporizador, viene fijado desde el inicio sin que lo sepamos. La única sabiduría consiste en ser conscientes de que en nuestro interior -de un momento a otro- puede explotar algo incontrolado.¨

viernes, 2 de abril de 2010

¨Estos días me embarga un gran malhumor. No lo ha desencadenado nada en particular: el cuerpo es así, tiene sus equilibrios internos y una minucia es suficiente para alterarlos. Ayer por la mañana, cuando la señora Razman vino a traerme la compra y vio mi cara sombría, dijo que en su opinión la culpa la tiene la luna. Efectivamente, la noche anterior habíamos tenido luna llena. Y si la luna puede levantar los mares y lograr que crezca más deprisa la achicoria del huerto, ¿por qué no habría de tener también el poder de influir sobre nuestros humores?...¨

By un personaje de Susanna Tamaro

lunes, 29 de marzo de 2010

¨Resígnate: cada cual obtiene su inspiración del mundo que mejor conoce¨

By un personaje de Susanna Tamaro

viernes, 29 de enero de 2010

El gran pez es una película que probablemente no hubiera visto hasta el final si no me la hubiesen recomendado tanto. Creo haberla visto en casa de papá, con él. Debe ser una de las cinco películas que vió, nunca entendí si su tare es con el transcurrir del tiempo, con la mercantilización del ocio, o uno de esos tares intimistas que se meten hasta en sueños.
Las historias de papá eran muy buenas, pena que le agregaba una introducción de tiempo y lugar medio tediosa. Necesitaba decir el año, la ciudad, la calle, el color del paisaje… Al introducir a los personajes de la anécdota, hacía un paseo veloz por el árbol genealógico de cada quien, dejaba clara la posición social y las ambiciones respectivas; y ahí arrancaba lo lindo. Lo lindo era muy lindo y muy bien contado, al final todos reían fuerte o mordido, no había forma de que no fuera así.
Ultimamente algo hizo que pusiera atención en historias que estoy contando repetidas. En un caso esto sucede porque cuento cosas de la infancia y no recientes, intuyo que las cuento distintas cada vez, pero siguen siendo más o menos las mismas. A veces me descubro repitiéndolas y alboroto el final o las termino rápido. En otro caso puede ser que lleguemos a un punto en que hace falta rebalsar de historias, y contarlas antes de que mojen el mantel.
La gente cuenta mismas historias muchas veces. Hace poco en un almuerzo cerré los ojos con un pestañeo demorado mientras una voz me decía por dentro, ahora viene la historia del chico que paró y le dijo… Y vino, casi exacta a como la recordaba.
Las personas cuentan tantas veces sus historias que al final terminan convirtiéndose en ellas, algo así dice una voz en off al final de Big Fish… Y así es como el hombre se vuelve inmortal.

miércoles, 13 de enero de 2010

Aun las combinaciones más estables se apoyan en sujetos y objetos
sustituibles y variables en el tiempo.

martes, 5 de enero de 2010

planisferio en agua vieja

El dormir y lo que allí se hace, no es en verdad una pausa entre el día y el día, sino más bien un posarse armónicamente sobre la cadencia del universo.

Una de mis felicidades privadas es la de advertir mi respiración y también el sístole y el diástole de la naturaleza, que son la noche y el día. Así como entrar en conversación con mis imaginaciones es un placer comparable al gran coloquio del insomnio y también al sonido del mundo cuando no están los hombres.

By Eduardo Senac
en Satori